El proceso de construcción de tuberías de equipos de pulverización automática requiere un control estricto de cada paso y parámetro para garantizar la calidad y el rendimiento del recubrimiento final. Al mismo tiempo, el control eficaz de la contaminación por polvo también es una parte del proceso de construcción que no se puede ignorar.
1.Pretratamiento de la pieza de trabajo
El pretratamiento es la tarea principal antes de pulverizar, el objetivo principal es eliminar aceite, óxido u otros recubrimientos en la superficie de la pieza de trabajo para garantizar que el metal base quede completamente expuesto. Este paso es crucial porque proporciona una buena base de adhesión para el posterior proceso de pulverización.
2.El precalentamiento de la pieza de trabajo
El precalentamiento es un eslabón clave en el proceso de pulverización y su tiempo depende de las especificaciones y la cantidad de la pieza de trabajo. Las piezas de trabajo de paredes gruesas y con un número elevado de piezas requieren tiempos de precalentamiento más largos, mientras que las piezas de trabajo de paredes delgadas y con un número reducido de piezas son relativamente cortas. Esto se debe a que el calor total requerido para diferentes pesos de la pieza de trabajo es diferente cuando se calienta, y es necesario garantizar que cada pieza de trabajo alcance un estado de equilibrio térmico. La temperatura de precalentamiento es muy importante para el efecto de pulverización térmica, demasiado baja provocará un recubrimiento desigual, demasiado alta puede provocar el fenómeno de suspensión del flujo y carbonización, afectando el rendimiento de la película.
3.pulverización
La pulverización es el eslabón central de la línea de equipos de pulverización automática, que requiere un control preciso de múltiples parámetros. El primero es la cantidad de polvo pulverizado, que es un factor clave para determinar el espesor y la uniformidad del recubrimiento. Cuando se pulveriza térmicamente, la cantidad de polvo pulverizado suele ser grande, generalmente entre 200 y 300 g/min. Además, también es necesario dominar con precisión la distancia entre la pistola pulverizadora y la pieza de trabajo, el número de pulverizaciones y la trayectoria de la pistola pulverizadora. Demasiado lejos dará lugar a una baja tasa de pólvora y demasiado cerca puede provocar un rebote. Los tiempos de pulverización y el recorrido de la pistola afectan directamente a la uniformidad y espesor del recubrimiento.
Además de los parámetros anteriores, la recuperación del polvo también es una parte del proceso de pulverización que no se puede ignorar. Cuando se pulveriza térmicamente, la tasa de polvo suele ser solo de aproximadamente el 50% y el polvo restante se esparcirá en la sala de pulverización o en el aire. Para controlar la contaminación por polvo, la salida de recolección de polvo de la sala de pulverización debe instalarse en la parte superior de la sala de pulverización y diseñarse especialmente de acuerdo con las características de la pieza de trabajo que se va a recubrir y el método de construcción de la pulverización.
